Todos los caminos de la ciudad de México llevan al Zócalo, pero para cada persona el camino es distinto. Yo llegué hasta aquí buscando historias. Aquí, en el centro de la ciudad de México, bajo un sol inclemente o bajo las súbitas tormentas de la temporada de lluvias que amenazan con inundar las carpas de los huelguistas, hablo con los trabajadores y trabajadoras de Luz y Fuerza del Centro que se mantienen en huelga de hambre en su lucha para recuperar su empleo. Contra los grandes medios de comunicación y contra el reloj que avanza en su contra. Estas son sus historias.

martes, 8 de junio de 2010

Héctor - día 45


Nombre: Héctor Francisco Hernández Iriarte

En huelga de hambre desde: 30 de Abril

Edad: 39 años

Puesto en LyFC: Subsecretario de la división Alameda

Se llama Héctor Francisco y su pasión es el jaripeo, la tradicional fiesta de Palpan en la que los hombres se trepan a furibundos toros “sin límite de tiempo”. Nos muestra con orgullo vídeos del último jaripeo en el que estuvo, donde vemos como los toros se debaten furiosos mientras el jinete intenta mantenerse sobre su lomo tanto tiempo como sea posible. Él habla siempre en presente y en futuro, como si el tiempo condicional –ese de las dudas y los buenos deseos- no hubiera existido jamás. Cuando me jubile. Cuando mi hijo entre a LyFC. Cuando mi hija…Héctor cree con todo su cuerpo en la pronta victoria. No es una creencia inducida. No es ni siquiera política. Es, simple y llanamente, una fe física y absoluta que no deja espacio para considerar la derrota. Del mismo modo, estamos ya invitados a Palpan, el mítico pueblo de Morelos de donde se nutre de trabajadores la presa de Alameda. Ese pueblo que jamás he visto, ni siquiera en fotografías, y que conozco cada día un poco más hasta en sus más íntimas historias…

***

Dos escuetas y punzantes palabras despertaron a cientos de mexicanos y a un puñado de extranjeros que a las doce de la noche del 6 de junio estaban ya durmiendo o lavándose los dientes: desalojan Cananea. Dos palabras bastaron para que saltasen de la cama o abandonasen sus tareas cotidianas para conectar ordenadores, radios, televisiones, lo que fuera, con la esperanza de saber qué ocurría. En vano. Una sola radio alzó sus frecuencias en la oscuridad de la red para comenzar a transmitir una información que parecía imposible de conseguir –la cobertura telefónica había desaparecido misteriosamente en Cananea- y que a pesar de todo consiguieron. A la una de la mañana todos en México sabían que la mina de cobre más importante del mundo, cuna de la revolución mexicana, estaba siendo violentamente desalojada por miles de elementos policiales. Todos lo sabían, menos los periódicos y televisoras nacionales, la mayoría de los cuales, a las ocho de la mañana, todavía lucían titulares del día anterior. Incluso la redacción de la emblemática La Jornada había enmudecido, para gran inquietud de sus lectores habituales. Los últimos en saberlo, sin embargo, fueron los veintiocho huelguistas de hambre del SME, que, arropados por el inquieto sueño de los hambrientos, dormitaron hasta las nueve de la mañana. Muchos lo sabían y consideraron enviarles un mensaje de texto para alertarlos. Pero la noticia era tan mala, tan irremediable, que todos desistimos del intento y pensamos: mejor que duerman…

***

Héctor es subsecretario de la división Alameda. No lo parece. Tampoco habla de ello, a no ser que le preguntes directamente. La verdad es que la ilusión de su vida era ser chofer. Lo fue durante un par de años, hasta que entró en LyFC. Aún durante varios años acarició la ilusión de cambiarse a la sección de transportes, pero al final abandonó la idea. Tenía ya una familia e hijos, así que se quedó en operaciones y fue escalando puestos en el sindicato. Ahora, desde su último día en huelga de hambre, reflexiona sobre su vida, su trabajo y su familia. Valora con honestidad su trabajo. Está orgulloso de haber mantenido a Alameda funcionando en pleno rendimiento. Reconoce errores y aciertos con voz serena. Su corazón, abierto ahora por completo, pertenece a su familia, a su pueblo y a su empresa. Con amor, como si de un conjuro se tratara, recita los mágicos nombres de las once divisiones de LyFC: Necaxa, Juandhó, Pachuca, San Ildefonso, Temascaltepec, Tepuxtepec, Eloro, Lechería, Cuernavaca, Toluca, Alameda y DF. Alameda es la suya.

***

Veo a Martín Esparza a través de sus ojos. Cree en él con la misma fe que cree que va a recuperar su trabajo. Podríamos hablar de Esparza, pero también podríamos hablar de qué hará Héctor cuando se jubile de su puesto en LyFC: pedir el préstamo de casa que todavía no le ha pedido a la empresa. Pagarle una licenciatura en ingeniería a su hijo, para que sea mejor que él. Dedicarse a la cría de toros de reparo, al engorde limpio. Toros que le venderá a un amigo que quiere montar una carnicería. O podríamos hablar de la única vez que estuvo en Cancún, junto con otros miembros del sindicato. Del vestido que le compró a su esposa. En el centro de Cancún los vendían por más de 4000 pesos (unos 250 euros). A las afueras, encontró a una indígena que los vendía por 300 pesos (unos 20 euros). De los llaveritos que quería llevarles a sus compañeros de división hasta que, espantado, descubrió que valían 95 pesos cada uno (unos 6 euros), esos mismos llaveros que en Tepito cuestan menos de cinco pesos. Regresó sin llaveros y con la triste certeza de que México ya no pertenece a los mexicanos.

***

Sentados en círculo alrededor del catre de Héctor, brindamos con suero. La noche ha caído, y los huelguistas están tristes. Tristes por lo ocurrido en Cananea. Por todo. Una extraña rabia les oprime la garganta. El cerco de hierro se cierra sobre los trabajadores mexicanos. Acaso unas lágrimas de frustración parece que quieren asomarse a los ojos brillantes de incredulidad. Es Rafa quien ha conseguido los botellines de suero con sabor a michelada y a sangría. Aunque –lo confieso- no saben a nada, o a casi nada, a los huelguistas les encantan. Son difíciles de conseguir, pero Rafa lleva desde el viernes haciendo cola en las mañanas para hacerse con uno de los preciados botellines. Aguardando una ocasión especial. Una ocasión especial como esta. Porque Héctor, su vecino de catre, se va mañana. Ferviente creyente, Héctor hizo tres promesas. Primero, no rasurarse durante seis meses. Segundo, aguantar cuarenta días en huelga de hambre. Y tercero, recorrer a pie los ciento cuarenta quilómetros que separan Palpan de la basílica de Guadalupe. Mañana se cumplirá su día cuarenta. Mañana, cumplida su promesa, este hombre de palabra saldrá de la huelga. Y por ello, sentados a su alrededor, alzamos los vasos con suero y brindamos por la pronta victoria.

***

¡Cananea! Enclave crucial de resonancias bíblicas cuyo nombre significa, en pima, carne de caballo. Cananea, mítica mina del estado de Sonora, que se halla a menos de 40 kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Al otro lado, en Tucson, Arizona, muy, muy cerca de Cananea (qué cerca está Tucson de Cananea, y sin embargo, qué lejos está Cananea de Tucson…), se halla el enviado especial de El País, Guillermo Altares, ese desconocido a quien voy conociendo cada día un poco más a través de sus hermosos reportajes diarios sobre los pobres migrantes mexicanos. Ese desconocido que, estando tan cerca de Cananea, se pasea sin embargo por el desierto de Arizona de la mano de una ONG gringa llamada Human Borders (Fronteras Humanas) que –maldita doble moral- sacia la sed de los migrantes desesperados colocando bidones (tinacos) de agua en mitad del desierto. Si, ¡pobres migrantes!. De seguro los preferís así, los preferís cuando son migrantes que cuando eran mexicanos, los preferís pobres, desharrapados, mendigando un trago de agua. Los preferís tristes y patéticos a como son del otro lado, como son en Cananea: mineros feroces dispuestos a todo por defender sus derechos duramente ganados con el paso de los años, mineros que cargan sobre sus hombros con el peso de la historia. Mineros expulsados de su mina por miles de elementos policiales, liquidados intempestivamente de su empresa. Desde luego, serán todos contratados de nuevo (una vez hayan firmado su liquidación voluntaria ¡claro está!), historia tremendamente familiar, ¿no les parece? Guillermo: ocho millas te separan de la frontera con México, y apenas 40 kilómetros de la gran mina mexicana. ¿Y, aún así, no irás? ¿Seguirás narrando historias de miseria, cuando podrías contar leyendas de dignidad?

***

Borrachos con el insípido suero, o más bien pletóricos por la alegre compañía, nos contamos historias. Compartir un triste trago de agua con potasio se convierte repentinamente en un privilegio. Rafa confiesa ser fan de Watchmen y Sin City mientras, del otro lado, los fans del fútbol departen sobre el posible ganador del mundial. Héctor le va a Brasil: tanto al fútbol como a la política. En el aire aparecen conjugados los más fantásticos manjares. Tortillas hechas en comal de barro. Mole de guajolote. Barbacoa de tejón. Pinole. Gorditas. Nieves artesanales. Obispos…desfilan ante nosotros como apariciones fantasmales. El silencio cae sobre el zócalo mientras apuramos nuestros vasos, ahora llenos de suero sabor sangría. En realidad, saben a Boing de uva ligeramente salado y terriblemente diluido. ¿Es posible reír, todavía? ¿Es posible ser humanos, alzar los vasos llenos de agua salada, brindar por un futuro más amable? Héctor nos cuenta de un dicho que le contara un viejo del pueblo. El viejo murió ya, pero su consejo permanece: hay que tomar sin emborracharse, enamorarse sin pasión y pelear cuando haya razón…

***

El 9 de junio, tras 41 días en huelga de hambre, salió Héctor Francisco Hernández Iriarte, subsecretario de la división Alameda, de la carpa, con su promesa cumplida. Había conseguido aguantar sus cuarenta días y cuarenta noches en huelga de hambre. ¡Hasta pronto, nos vemos en Palpan!


4 comentarios:

  1. Espero que en esos momentos de tristeza y desolación pagues y pagues bien tu deuda con tus hermanos de Palpan desgraciado. En esos momentos de desesperacion vinieron a tu cabeza los recuerdos de cuando extorsionabas a tus hermanos de Palpan, campesino pobres, que te pedian entrar de ayudantes generales, de mozos y les pedias dinero a cambio del favor. Maldito seas por haber recibido el dinero, y les viste la cara. Ahora si, que ves al diablo encuerado te pones sentimental. Confiesa todos los manejos que Esparza y tu fraguaban bajo la cobija de la ignoracia de los trabajadores. No peques de inocente que gracias a ti tu empresa y gente honrada de verdad, quedo si chamba. ah! y deja de cobrar a la gente del Palpan el "apoyo" a la causa.Que sirve para pagar tus cuentas.

    ResponderEliminar
  2. PENDEJO DEVERIAS DE ESTAR AGRADECIDO POR Q GRACIAS A HECTOR TUVISTES QUE TRAGAR, TUVISTES TRABAJO QUE EL NO ES NINGUN RATA COMO TU QUE TU SI ESTUVISTE ASTA POR DEBAJO DEL AGUA LACREANDO SON SACRIFICIOS QUE UNO HACE X SU JENTE ESOS SON BUENOS HOMBRES COMO HECTOR QUE ENVERDAD SE PREOCUPAN X SU GENTE NO CHARLATANES Q NADAMAS HABLAN POR HABLAR Y TAMPOCO HACEN NADA SI QUIERA CONOSIERAS LA SENSILLES LA HUMILDAD LAVATE EL PINCHE OSICO ANTES DE HABLAR SI EL NO EXISTIERA TU NO SERIAS NADA TU ERES COMO JUDA EL HERMANO TRAICIONERO TE DUELE Q TU SI COBRASTE Y QUE LOS DEMAS NO SE RINDAN A PESAR DE LA MISERIA EN LA QUE ESTAMOS VIVIENDO Y AQUI EL UNICO QUE VA A PAGAR LAS CUENTAS DE TODO X CHISMOSO ARGUENDERO MALA LECHE VAS A SER TU ASI SON LOS MAL AGRADECIDOS.

    ResponderEliminar
  3. PUES EL PRIMER COMENTARIO TIENE TODA LA RAZON... YA SE LES ACABO SUS MINITA DE ORO.. O NO... CUANDO SUS TOMA DE POSECION ERAN GRANDES PACHANGAS QUE LES QUEDABA LA MITAD A TI HECTOR Y SALVADOR... PERO TODO SE ACABA... Y SE CREIAN INDESTRUCTIBLES... PUES YA LO VEN QUE EL GOBIERNO AHORA DIJO.. SI SE PUEDE, SIS E PUEDE, SI SE PUEDE,,, DURO,DURO,DURO, DURO... A Y MARTIN ESPARZA SOLO ESPERA QUE SE LES OLVIDE TODO Y LAS CUENTAS DEL SINDICATO DE MAS DE 190 MILLONES DE PESOS APARECERAN EN SU CUENTA PERSONAL Y DESPUES VENDERA TODOS LOS ACTIVOS DEL SINDICATO.. Y,,,,,, SE DESAPARECERA Y TODOS LOS QUE NO SE LIQUIDARON LO MALDECIRAN POR LA ETERNIDAD... SALUD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ME GUSTARÍA QUE PUSIERAN SU NOMBRE COBARDES PERO SE QUE NO LO HARÁN,ES BONITO ESCRIBIR PERO NO VALE LA PENA DESGASTARSE CON USTEDES HAY COSAS MAS IMPORTANTES SERIA DARLES IMPORTANCIA,PERO EL DÍA QUE GUSTEN AHÍ ESTAREMOS PARA HACERLES FRENTE,PERO LO RECALCO NO LO HARÁN SON COBARDES.QUE VIVA EL SME...

      Eliminar